Los suicidios ocurridos en las universidades requieren acciones inmediatas. La gobernación del Atlántico presentó medidas de prevención, promoción y protocolos en salud mental ¿Son suficientes?
El gobernador del Atlántico, Eduardo Verano de la Rosa presentó un plan de acción para contrarrestar la situación que ha causado los suicidios en las universidades del departamento. Con este anuncio, el Atlántico priorizará protocolos en salud mental. En Noticias la Voz Realities hemos indagado y hablando con expertos en el tema, por ello nos preguntamos ¿Son suficiente las medidas manifestadas?
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La salud mental es un problema que involucra el sistema educativo
Como bien lo dijo la psicóloga de profesión, Yessica Venera de Ávila, la ley 115 de 1994 entrega herramientas para trabajar estos problemas desde las etapas de preescolar, primaria y bachillerato. La ley de educación superior realmente carece técnicamente de ello.
Cuando se revisa la ley detalladamente, el término «Salud mental» no se encuentra. Inclusive en el artículo 117, dice que:
Las instituciones de Educación Superior deben adelantar programas de bienestar entendidos como el conjunto de actividades que se orientan al desarrollo físico, psico-afectivo, espiritual y social de los estudiantes, docentes y personal administrativo.
La realidad en las Universidades, en especial en las públicas es otra, los programas realmente no se adelantan. Las pruebas de los fallecimientos de los estudiantes que se han suicidado, lo demuestran. Sin embargo, el gobernador, Eduardo Verano, indiscutiblemente, tomo la delantera para dar una solución. Infortunadamente, no es suficiente y en este análisis, lo vamos a demostrar.
La realidad de los programas de Bienestar en las universidades públicas que no han contrarrestado el problema de salud mental
No es mentira que, muchas instituciones de educación superior no adelantan los programas, lo peor es que lo limitan y se convierten en motivo de desmotivación para los estudiantes. Por ejemplo, no todos los alumnos pueden participar inclusivamente en las actividades de bienestar y decir lo contrario es proteger otros intereses y no el objetivo con el que nació bienestar universitario.
En la mayoría de estas actividades que orientan el desarrollo físico o psico-afectivo, les exigen a sus participantes, es decir, a los estudiantes, un talento innato en un arte, deporte o actividad que realicen. El punto de concentración es el premio al talento y no lograr la orientación adecuada.
Para dar mucha más claridad de la situación, los programas buscan que prime el talento del estudiante que, el verdadero motivo de su existencia en la ley, hablamos del factor motivacional, el aprovechamiento del espacio libre y lo más importante, un espacio para aliviar el estrés de la carga académica u otras labores, es la solución real a la salud mental.
La falla de las universidades desde hace años es la prevención en los mismos espacios académicos
Muchos cuando hablan de prevención, se imaginan, charlas, actividades u otro tipo de actividades, realmente es una condición necesaria, pero no suficiente. Para que sea suficiente, la universidad debe cumplir la ley, «adelantar los programas de bienestar».
Adelantar en el contexto legal significa prevención, y para ejecutarlo dentro de los espacios, significa llegar al estudiante, no esperar a que él tome la decisión. Una que genera dos vías, una es la de buscar la orientación y en la segunda el efecto negativo, tomar una iniciativa propia donde está actuando en contra de su vida, el suicidio.
Así, el gobernador Eduardo Verano priorizará el problema de salud mental
El 5 de marzo, el departamento del Atlántico anunció fijar la mirada en el fortalecimiento de las acciones que ya se ejecutan para integrarlas con actores de distintas disciplinas que intervienen con el fin de ir hacia un mismo objetivo: acabar con el sufrimiento silencioso de muchas personas, abolir la estigmatización alrededor de los problemas mentales y emocionales para que acudan a la ayuda, darle una mirada amplia para prevenir mayores heridas en las familias y la sociedad, como mejorar la atención en salud.
A pesar de ello, volvemos al mismo dilema ¿Dónde está la prevención que no está explicita en la ley, pero, si es el verdadero fin de su cumplimiento? Es decir, realmente no se llega a la raíz que solucione el problema de salud mental. No se puede hablar de prevenir, si la etapa más importante no se tiene en cuenta. La prevención.
El trabajo que iniciará la secretaria de salud de la gobernación
El secretario de Salud del Atlántico, Luís Carlos Fajardo, señaló que desde el departamento se lidera el programa de salud mental, que incluye una línea telefónica que atiende las 24 horas de los 7 días de la semana a través del número 3176218394.
Este cuenta con el apoyo de un equipo de psicólogos para las personas, que luego son derivadas al Programa de Orientación y Apoyo Familiar (POAF), interviniendo hasta el año 2023 más de 5 mil casos con afecciones emocionales y en lo que va del presente año cerca de 350.
La secretaria de salud expuso las políticas de salud mental con insuficiencias en el planteamiento
La secretaría de Salud expuso la política que se ejecuta en el departamento que incluye, primero la promoción de la salud mental para fortalecer las habilidades psicosociales individuales y colectivas, la cohesión social y gestión de entornos saludables, resilientes y protectores.
Segundo, la prevención, activando zonas de escucha, que se articulen los sistemas y servicios de salud mental con los dispositivos de base comunitaria.
Tercero, la atención, que trata de fortalecer la respuesta de los servicios de salud con enfoque de atención primaria en salud, lo cual se trabaja de la mano con toda la red prestadora de servicios.
Cuarto, la rehabilitación basada en comunidad y la inclusión social, y quinto optimización de los sistemas de información y de gestión del conocimiento, así como la articulación sectorial e intersectorial.
El error estructural de las políticas de salud expuestas por fajardo
Los parámetros de la ley primando la constitución política de 1991 que tiene como derecho fundamental la vida, son trabajados para prevalecer la misma. Es por ello que las leyes de educación, tal y como lo hemos dicho durante el análisis invitan a que se estructure el tema de salud desde la prevención. Todo ello, entendiendo que el tema de salud mental requiere urgencia en su aplicabilidad y su atención no da espera.
Por ello, su funcionalidad se invita a que existe la posibilidad de trabajar de la mano con entidades privadas independiente, preferiblemente sin ánimo de lucro y que además, tengan conocimiento y experiencia en estos trabajos. Esto implica a dar razón a las exigencias que hoy piden los estudiantes de las universidades.
Usar un mapa de trabajo como el manifestado por el secretario de salud, es desconocer la existencia de un problema de salud mental evidente. La ruta debe cambiar y pedir mayor capacidad de personal de salud mental en las universidades públicas y otras universidades privadas donde se vienen presentando los mismos problemas.
Un modelo igualito al del 2016 ¡Esto debe cambiar!
Durante el año 2016, los mismos pasos expuestos por la Universidad del Atlántico, fueron los expuestos por el hoy Secretario de Salud, Luis Carlos Fajardo. El documento que invitamos a volver a leer, demuestra que, la Universidad debería haber evidenciado progreso en estás etapas. Pero, es probable que un mal manejo o ejecución de los indicadores de gestión, no se hayan cumplido en la práctica.
La universidad pide contrataciones que realmente entiendan el problema de la salud mental
Muchos debemos recordar que el artículo 16 de la Ley 115, otorgar herramientas de contratación por parte del ente territorial para obtener el apoyo necesario en estas situaciones. Lamentablemente, representantes estudiantiles de la Universidad del Atlántico, denunciaron que el último operador, la Fundación Antorcha, había suscrito dos contratos, ambos por la suma de $1.300 millones de pesos entre 2022 y 2023.
Lo grave de la denuncia es que los estudiantes manifestaron que la entidad solo cuenta con una sola experiencia en el sector público, con la Universidad del Atlántico. A pesar de ello, medios como Telecaribe consultaron hace 3 días con la Universidad sobre la implantación del contrato y anunciaron que vienen trabajándolos desde el 2018. Esto según, Lidia Romero, actual jefa de desarrollo humano de la universidad.
El contrato mostrado ante la opinión pública gracias a las representantes estudiantiles Julieth Lechuga y Laura Suarez, dice claramente que, la entidad cuenta con 9 profesionales para atender el programa de salud mental. Sin embargo, la realidad es otra, solo uno lo realiza y las citas son atendidas a largo plazo.
Esto significa que, la implementación que viene realizando la Universidad del Atlántico, solo está en el papel. Su confirmación son los resultados lamentables de ello, reiterando que la principal falla está en la misma aplicabilidad de la ley.
La reforma a la ley 30 tiene la condición suficiente, Eduardo Verano deberá apoyarla
Afortunadamente, las herramientas jurídicas propuestas en la reforma a la educación superior nos dan la razón y es importante que el gobernador, Eduardo Verano de la Rosa, las apoye.
Un borrador que explícitamente si trata la salud mental, y desde la prevención. No podemos hablar de promocionar constantemente, porque el problema existe e insistir en ello es desconocer las consecuencias de una mala implementación de la promoción. Además, se están desconociendo otras situaciones particulares producto de la salud mental, las cuales en la reforma si están expuestas. Entre ellas, la drogadicción, problemas de familia, algunos causados por la violencia, entre otros.
Si el gobernador las apoya, entonces tendrá las herramientas legales para trabajar de fondo el problema. Pero, esto no significa que con la actual normatividad no lo pueda tratar. La voluntad política existe cuando se piensa en la sociedad. El gobernador está armando un plan de desarrollo muy importante y escuchando al atlanticense, por ello es importante, usar las herramientas correctas para lograr los objetivos planteados.
No se puede continuar con la forma de trabajo anterior, se debe pensar en el presente y en entender que las políticas actualmente deberían ser integrales, más allá del tecnicismo existente y aplicando la ley.