El Verdolaga resistió con uno menos, selló un global contundente y se cita con el DIM en una final histórica para Antioquia
América de Cali llegó al Pascual Guerrero soñando con una remontada épica después del 1-4 sufrido en Medellín. El ambiente estaba listo para la hazaña, pero los vallecaucanos se estrellaron con un Nacional ordenado, paciente y, sobre todo, consciente de que el tiempo jugaba a su favor.
El conjunto antioqueño dominó largos tramos del partido, administrando el balón y anulando las ideas ofensivas del rival. Aunque América logró empatar 2-2 en su casa, el daño ya estaba hecho en la ida, y el global 6-3 terminó siendo una barrera imposible de superar.
Lesiones, frustración y un gol anulado: América no encontró aire
Los dirigidos por César Farías sufrieron un duro golpe cuando Dylan Borrero y el peruano Luis Ramos tuvieron que abandonar el campo por molestias físicas. A esto se sumó el gol anulado a Alfredo Morelos al minuto 43 —que habría significado otro golpe anímico para los locales—, decisión tomada por fuera de lugar en la jugada previa.
América corrigió, luchó y buscó, pero la sensación constante era que cada avance tenía un costo demasiado alto.
Nacional, sólido incluso con uno menos
La expulsión de Simón García antes del descanso parecía cambiar el rumbo del encuentro, pero ocurrió lo contrario. El cuadro verdolaga se replegó con inteligencia, sostuvo el mediocampo y aprovechó la desesperación del América.
Camilo Cándido abrió el marcador tras una gran jugada de Juan Bauzá, y aunque Adrián Ramos empató desde el punto penal, Mateus Uribe volvió a desequilibrar la balanza con la jerarquía que lo caracteriza. El 2-2 final solo sirvió para estadística: Nacional había hecho la tarea desde el primer partido.
Un clásico paisa que promete ser histórico
Con el paso asegurado, Nacional se prepara para enfrentar al Independiente Medellín, que eliminó a Envigado y se convirtió en el primer finalista. Será una final inédita en Copa Colombia que recuerda el peso histórico de ambos clubes en el país.
Dos estilos, dos hinchadas gigantes, dos maneras de entender el fútbol colombiano… y una sola copa en juego. El fútbol los vuelve a unir en un clásico de alto voltaje que paralizará a Antioquia y al país.
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