Un debate clave sobre derechos laborales, libertad sindical y el futuro del sistema de trabajo en el país
Un proyecto que busca transformar las relaciones laborales
En el Congreso de la República avanza la discusión sobre el proyecto de ley que busca eliminar la figura del contrato sindical del Código Sustantivo del Trabajo. Esta propuesta, impulsada por la representante Mafe Carrascal, pretende garantizar la contratación directa entre trabajadores y empleadores, cerrando la puerta a una práctica que, en la realidad, ha servido como mecanismo de tercerización y precarización.
Aunque en su concepción original esta figura estaba destinada a fortalecer la participación de los sindicatos en la ejecución de obras y servicios, su uso ha terminado debilitando la libertad sindical y afectando las garantías laborales de miles de trabajadores.
Puedes leer: Confederación de Pescadores de Bolívar: una apuesta colectiva por la sostenibilidad y el bienestar comunitario
¿Qué es y cómo se ha distorsionado?
El contrato sindical, en teoría, es un acuerdo entre un sindicato y un empleador para desarrollar una actividad con trabajadores afiliados. Sin embargo, múltiples investigaciones han demostrado que “sindicatos de papel” se han convertido en intermediarios de mano de obra barata, sin negociación colectiva ni respeto por los derechos adquiridos.
En sectores como el de la salud, esta modalidad ha alcanzado cifras alarmantes: el 95 % de los 2.810 contratos sindicales vigentes se concentra en clínicas y hospitales, afectando a profesionales que, pese a sostener el sistema, carecen de estabilidad y de acceso pleno a sus prestaciones.
El respaldo de organismos internacionales y la Corte
La OIT ha reiterado en diversas ocasiones que el contrato sindical en Colombia ha sido usado para encubrir relaciones laborales directas, violando el principio de libertad sindical. La OCDE, por su parte, ha advertido que esta práctica se ha expandido de forma preocupante en un país con una baja tasa de sindicalización (apenas 4,5 %).
La Corte Suprema de Justicia también ha sentado jurisprudencia, dejando claro que estos contratos no pueden ser excusa para evadir responsabilidades. En sus fallos ha prevalecido el principio de primacía de la realidad, es decir, reconocer que, más allá del papel, lo que existe es una relación laboral formal que debe protegerse.
Lo que está en juego para trabajadores y sindicatos
De aprobarse, la eliminación del contrato sindical significaría:
- Contratación directa con el empleador y el acceso a todos los derechos legales.
- Evitar la existencia de relaciones laborales precarias sostenidas en sindicatos ficticios.
- Fortalecer la función real de los sindicatos: la defensa colectiva de los trabajadores.
- Garantizar un sistema de protección laboral más sólido, con mayor capacidad de inspección y sanción.
¿Un paso hacia la dignidad laboral?
La eliminación del contrato sindical no es un simple ajuste normativo, sino un cambio de fondo en la forma en que Colombia entiende las relaciones laborales. No se trata de atacar a los sindicatos legítimos, sino de recuperar su verdadero papel como defensores de la clase trabajadora y no como intermediarios de explotación encubierta.
El debate abre un interrogante de fondo: ¿está el país dispuesto a priorizar la dignidad y los derechos laborales por encima de los intereses de quienes se han beneficiado con la tercerización disfrazada? El reto está en lograr que esta medida no quede en el papel, sino que se traduzca en políticas de inspección y control efectivas que eviten que los trabajadores sigan pagando el costo de figuras que favorecen la desigualdad.
En definitiva, el fin del contrato sindical es también el comienzo de un modelo laboral que apuesta por la justicia social, la equidad y la verdadera libertad sindical.
Realice su donación en Noticias La Voz Realities
Con tu aporte, apoyas el periodismo independiente y alternativo dando clic en el botón de BOLD:
