La gata no quiso revelar la verdad y se llevó muchos secretos a la tumba ¿Podrá hacer algo para ello Jorge Alfonso López?
Los restos de Enilse del Rosario López Romero, alias La Gata, ya están bajo tierra. El fallecimiento de la exempresaria y política no debería caer bien para los que deseábamos conocer la verdad. Son muchas las víctimas y relaciones con excomandantes del paramilitarismo e inclusive con el narcotráfico. Pero, La Gata perdió el chance en vida, nunca quiso contar la verdad ¿Sabrá todos los secretos ocultos su hijo Jorge Alfonso López o realmente se fueron al más allá?
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El domingo 14 de enero a las 12:48 a.m. murió Enilse López Romero y se puso fin a sus siete vidas. Esto lo decimos, porque fueron muchas las enfermedades con las que combatió La Gata. Entre algunas de las patologías que presentó antes de su muerte fueron: hipertensión, cardiopatía, desnutrición calórico-proteica, obstrucciones pulmonares e isquemia. De hecho, sabemos que no podía mantenerse de pie.
¿Por qué la llamaron Gata?
Enilse nació en los senos de una familia humilde en Naranjal, sucre. No nació en cuna de oro y le toco con mucho esfuerzo lograr su éxito empresaria. En Magangué, Bolívar trabajó como trabajadora doméstica tratando de salir adelante, hecho que lograría.
En el costo de lograr ese éxito, «le vendió el alma al diablo» y empezó a trabajar en el ocultismo, leyendo Tarot, el cigarro e incluso las líneas de las manos de las personas. Pero, nunca vio el futuro «macabro que le esperó».
Su llegada al mundo del azar
La Gata conoció a un hombre llamado Jesús María Villalobos Luna, alias El perro. Junto a él empezaron el negocio de las apuestas creando varias casas en una labor mancomunada. A pesar de ello, no fue allí donde realmente Enilse López hizo su fortuna.
La situación económica de López mejoró con su matrimonio con Julio Alfonso Pastrana, un expolicía boyacense. Dicen que, Enilse tuvo unos ahorros con los cuales colocó su primer negocio de chance Apuestas permanentes el gato. Rápidamente, se expandió en toda la costa caribe. Luego, fue llamada UNICAT de allí porque la apodaron «La Gata».
La Gata conto con otros establecimientos como UNIAPUESTAS, APOSUCRE Y APOSMAR. Tuvo tantos establecimientos que alcanzó a tener aproximadamente 200.000 vendedores de chances. Sin embargo, el mismo a quien le vendió el alma estaba a punto de cobrárselo y ella accedió.
La relación de «La Gata» con el paramilitarismo
Según un informe de la DEA, todos los negocios de apuestas de «La Gata» fueron usados por los paramilitares, entre ellos con Salvatore Mancuso, para lavar dinero. Además, de una posible relación con el narcotraficante, Gonzalo Rodríguez Gacha alias El Mexicano. El precio de trabajar para el mal tuvo su precio y no precisamente de una apuesta, sino de la justicia. Así, en enero de 2011 fue condenada a 37 años de prisión por el asesinato de Amaury Fabián Ochoa, perpetrado por el paramilitarismo en el año 2000.
En mayo del 2023, Enilse López no pudo asistir a la audiencia por los problemas de salud que presento. Mientras a La Gata se le agotaban las siete vidas, el tiempo apremiaba a la delincuencia armada que no quería que la empresaria supiera la verdad. La vinculación con el bloque norte de las AUC por lavado de activo dejo más que un delito económico oculto.
El acta de sometimiento de Mancuso nunca habló de Emilse López
La Gata perdió el chance de completar el mapa político que Salvatore Mancuso no dijo. Sabemos que la JEP no lo menciona todo en la resolución de sometimiento. Sin embargo, lo raro es que en el documento en ninguna línea menciona su posible relación con Enilse López Romero y el tema de lavado de activos.
Ahora, la pregunta que le hacemos a la JEP es la siguiente ¿Por que no lo menciona? ¿No querría en su momento prevenir a La Gata? o simplemente no vieron llegar su muerte. Si es la última, hubo falta de voluntad jurídica de la JEP por conocer la verdad, pues es el caso de la prensa el que no se ha abierto aún y donde se espera que, el famoso pacto del caribe revele los atentados a la libertad de expresión y prensa por parte del paramilitarismo.
Ahora, de faltar la verdad ¿Por qué la JEP acepto un sometimiento que carece de ello? Recordemos que, La Gata y El Gatico, Jorge Luis Alfonso López, fueron condenados por el asesinato del periodista magangueleño, Rafael Enrique Prins el 19 de febrero de 2015. En aquel momento, el recordado periodista denunció robos de los recursos de la salud de Municipio de Magangué, Bolívar en la alcaldía del hijo de La Gata. De allí, la importancia para la prensa de conocer los relatos y la verdad de Enilse López, aquellos que ahora no podremos escuchar, porque La Gata perdió el chance inesperadamente ¿Hablará El Gato para poder reparar a las víctimas, los periodistas, familiares y camaradas?
Síntesis: Lograr la verdad del caso de La Gata a través del Gato por la Libertad de prensa y reparación a los periodistas
El caso de La Gata, la confusión que debe aclarar la JEP por falta a esa información y las declaraciones de David Char (del Clan Char-Daes) son importante para la reparación de las víctimas y los periodistas que hacemos un periodismo serio y sin amarillismo. En la costa caribe el paramilitarismo ha silenciado a varios de las camaradas y han intentado hacerlos con otros en la actualidad.
Varios casos han sido denunciados en el departamento del Atlántico y de hecho la Unidad Nacional de Protección (UNP) nos han dado las espaldas inclusive cambiando la versión real dada por la Fundación para la Libertad de Expresión y prensa (FLIP) en muchos de sus estudios de riesgo y retrasando la entrega de implementaciones que no garantizan seguridad a los periodistas.
El gatico o El Gato como le suelen llamar, debe declarar ante la JEP por su madre, Enilse López Romero, que en paz descanse. Hablar de los delitos de lesas humanidades cometidos con apoyo del paramilitarismo y violentando la libertad de expresión y prensa en el país. La Gata perdió el chance de decir la verdad o simplemente no quiso, de igual forma ya no puede. Pero, Jorge Alfonso López ¡claro que puede!.
Es momento de que la JEP abra el Macrocaso para los hechos victimizante en contra de la prensa
La violación a la liberta de expresión y prensa deberá ser tenida en cuenta en la JEP. La Gata se fue, pero quedan otros y la prensa es un punto ciego de la Jurisdicción Especial para la Paz. Carece de participación en los hechos por falta a la verdad y el sometimiento de los victimarios depende mucho de este caso para que se esclarezcan otros hechos y para la acreditación de las familias de las víctimas de aquellos que le aportaron credibilidad y ética al ejercicio periodístico y los que hoy continuamos con esta labor.
Es por ello que se presenta un derecho de petición como primera instancia jurídica para lograrlo, la prensa debe ser libre y reparada. La población merece la verdad y que la voz del pueblo se permita ser leída y escuchada. No es suficiente con Mancuso y Char, faltó La Gata, el hijo debería ser escuchado y Jorge 40 cada día se deja silencia más por la Fiscalía. Se debe abrir definitivamente el caso, esto, si realmente se desea una reparación real a las víctimas del conflicto armado.