La llegada de nuevos uniformados, vehículos y tecnología busca fortalecer la presencia institucional y garantizar tranquilidad a ciudadanos y visitantes en una de las temporadas más concurridas del año
La ciudad de Pasto recibió un importante refuerzo en materia de seguridad con la llegada de 50 nuevos uniformados de la Policía Nacional, una gestión liderada por el alcalde Nicolás Toro Muñoz, en coordinación con la Dirección Nacional de la Policía y el Ministerio de Defensa.
Este despliegue se da en un momento clave para la capital nariñense, que se prepara para las celebraciones de fin de año y para el Carnaval de Negros y Blancos, una de las fiestas culturales más emblemáticas del país, que atrae a miles de turistas nacionales e internacionales.
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Más policías, más tecnología y mayor capacidad de respuesta
El mandatario local fue el encargado de dar la bienvenida a los nuevos efectivos, quienes ya se integraron a las labores de vigilancia y control en distintos puntos del municipio. El refuerzo no se limita únicamente al aumento del pie de fuerza: incluye también vehículos, equipos tecnológicos y drones especializados, que permitirán una mayor capacidad de reacción y monitoreo en tiempo real.
Según explicó el alcalde Toro Muñoz, este es solo el primer paso de una estrategia más amplia. A finales de mes, la ciudad recibirá 300 uniformados adicionales, así como cerca de 22 vehículos oficiales, que empezarán a operar de manera progresiva para fortalecer la seguridad urbana y rural.
Presencia institucional en barrios, comunas y corregimientos
Desde la Secretaría de Gobierno se destacó que este refuerzo permitirá ampliar la cobertura policial en sectores estratégicos del municipio. El secretario Giovanny Guerrero subrayó que el aumento de uniformados contribuirá a mejorar la percepción de seguridad, uno de los factores más sensibles durante eventos masivos y temporadas festivas.
La estrategia apunta a una presencia más visible y constante en barrios, comunas y corregimientos, buscando prevenir delitos, fortalecer el control del espacio público y acompañar a la ciudadanía en jornadas de alta afluencia.
Seguridad como condición para la fiesta y el desarrollo
El anuncio del refuerzo policial en Pasto no solo responde a una coyuntura festiva, sino a una necesidad estructural: sin seguridad no hay celebración, turismo ni convivencia posible. En ciudades con alta actividad cultural, la prevención y la presencia institucional se convierten en factores determinantes para el éxito de los eventos y para la confianza ciudadana.
La combinación de pie de fuerza, movilidad y tecnología evidencia un enfoque integral que reconoce que la seguridad moderna no depende únicamente de más policías, sino de mejor capacidad operativa y articulación institucional.
En el contexto del Carnaval de Negros y Blancos, este despliegue también envía un mensaje claro: la cultura y la tradición deben vivirse en entornos seguros, donde la protección de la vida y el bienestar colectivo sean prioridad. El reto ahora será sostener esta presencia más allá de la temporada alta y convertirla en una política permanente de seguridad para Pasto.
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