Esta visita territorial al Atlántico hace parte de la estrategia nacional “Del escritorio al territorio”, que el director Adith Rafael Romero ha liderado en las últimas tres semanas, y que ha incluido las visitas al Alto Andágueda, en Bagadó, Chocó, y a Barrancabermeja, en Santander
Este sábado, más de 600 niños, niñas y jóvenes provenientes de diversas regiones del país se dieron cita en Barranquilla para participar en el ArteFest 2025, un festival impulsado por la Unidad para las Víctimas junto con la Asociación Asodesvisa. El objetivo del evento fue ofrecer un espacio de integración y expresión cultural para jóvenes afectados por el conflicto armado, fomentando el encuentro, la memoria y la reconciliación. Arte, cultura y dignidad para los jóvenes atlanticenses víctimas del conflicto armado.
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Villas de San Pablo: de territorio de guerra a epicentro cultural
El festival tuvo lugar en Villas de San Pablo, un sector emblemático donde reside el 40% de las víctimas registradas en Barranquilla. Allí, el director general de la Unidad para las Víctimas, Adith Rafael Romero, resaltó la transformación del lugar: “Villas de San Pablo fue territorio de guerra y hoy se convierte en un territorio cultural que apuesta por la paz”, expresó, llamando a las entidades de todos los niveles a unir esfuerzos para la reparación integral de las más de 185.000 víctimas que habitan el Atlántico.
Espacio para escuchar a las juventudes
Durante el evento se desarrolló el espacio de diálogo “Las y los jóvenes víctimas hablan y el Estado escucha y responde”, donde adolescentes y jóvenes expusieron sus inquietudes sobre el futuro y las acciones del Estado. Romero destacó los avances en programas de educación, rehabilitación psicosocial y proyectos específicos como PaZate y Tejiéndonos, iniciativas que fortalecen la integración comunitaria y el acompañamiento a jóvenes víctimas.
“El Gobierno ha demostrado compromiso para sacar a los jóvenes del conflicto armado y brindarles oportunidades. Hemos trabajado en ampliar la cobertura educativa, garantizar gratuidad y mejorar la calidad, además de enfocarnos en la atención psicosocial para niñas, niños y adolescentes”, explicó Romero.
Malambo: un nuevo punto de atención para dignificar a las víctimas
Como parte de su agenda en el Atlántico, el director Romero encabezó la reinauguración del Punto de Atención a Víctimas de Malambo, que brindará servicios a más de 13.400 víctimas del municipio. Este espacio es fruto de la articulación entre la Unidad, la Alcaldía, la Mesa Municipal de Víctimas y el SENA.
La apertura incluyó un homenaje a Bernardo Cuero Bravo, líder social asesinado hace 8 años y recordado por su incansable defensa de los derechos de las víctimas. María Ascencio, coordinadora de la Mesa Municipal, afirmó que la reapertura del punto representa “dignificación y esperanza para las víctimas”, destacando el cambio hacia una Unidad más cercana a los territorios.
Compromiso con la reparación integral
Romero aprovechó el encuentro para invitar a las mesas municipales y departamentales de víctimas a coordinar esfuerzos en la entrega de cartas de indemnización para adultos mayores víctimas del conflicto en Barranquilla y Malambo, como medida de reparación y reconocimiento de sus derechos.
Del arte a la acción concreta en la reparación
El desarrollo del ArteFest 2025 en Villas de San Pablo simboliza la capacidad del arte para sanar heridas y reconstruir el tejido social en comunidades profundamente marcadas por el conflicto armado. Al transformar un antiguo territorio de guerra en un espacio cultural, se envía un mensaje poderoso: la violencia no es el destino irreversible de estos jóvenes.
La reapertura del Punto de Atención en Malambo representa un paso concreto hacia la dignificación de las víctimas, pues acerca los servicios del Estado a quienes más los necesitan y evidencia un enfoque que privilegia la presencia territorial sobre la burocracia.
Sin embargo, los retos persisten. Las casi 10 millones de víctimas en Colombia, en especial los 2,2 millones de jóvenes, necesitan más que festivales: requieren un compromiso sostenido en educación, oportunidades económicas y atención psicosocial. La voluntad política demostrada por la Unidad para las Víctimas debe traducirse en acciones coordinadas y permanentes que permitan a estas poblaciones reconstruir sus vidas y evitar que se repitan los hechos de violencia.
La apuesta por espacios como el ArteFest y la reapertura de puntos de atención son un avance importante, pero el éxito de la reparación integral dependerá de que se conviertan en parte de una estrategia más amplia que priorice a las víctimas en el centro de las políticas públicas.
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