El equipo tiburón cerró el segundo semestre de 2025 con una undécima estrella incuestionable, tras dominar los cuadrangulares y sentenciar la final con un global contundente ante Deportes Tolima
Junior de Barranquilla no levantó el título por accidente. Su campeonato fue el resultado de un proceso que encontró equilibrio justo cuando el torneo exigía carácter. En la fase regular, el conjunto rojiblanco sumó 35 puntos y se ubicó en la quinta posición, lejos del rótulo de favorito, pero con señales claras de crecimiento colectivo.
Ese rendimiento inicial fue clave para llegar con bases sólidas a los cuadrangulares semifinales, una instancia donde históricamente se definen los equipos con jerarquía. Junior respondió al desafío integrando un grupo de alta exigencia junto a Atlético Nacional, Independiente Medellín y América de Cali, rivales que pusieron a prueba su temple competitivo.
Puedes leer: Un rector investigado como Leyton no puede conducir una universidad pública (VIII)
Cuadrangulares: el momento en el que Junior impuso jerarquía
En los cuadrangulares, el equipo barranquillero mostró su mejor versión. Con solidez defensiva, eficacia ofensiva y lectura táctica en los momentos clave, Junior sumó puntos decisivos en los duelos directos y se quedó con el primer lugar de su zona.
Más allá de los números, el equipo transmitió una sensación clara: sabía cómo jugar finales. Supo cuándo presionar, cuándo administrar resultados y cómo golpear en los momentos precisos, virtudes que marcan la diferencia en instancias definitivas.
Inteligencia para cerrar la serie
Con la ventaja a favor, Junior llegó al estadio Manuel Murillo Toro con un objetivo claro: administrar la diferencia sin renunciar a su identidad. Y lo consiguió. El equipo sostuvo el plan, controló los tiempos del partido y neutralizó cualquier intento de reacción del rival.
El resultado global de 4-0 no solo reflejó superioridad en el marcador, sino también una lectura táctica madura y una ejecución colectiva sin fisuras en los 180 minutos de la final.
Una estrella que ratifica un proyecto
Con este título, Junior de Barranquilla suma su undécima estrella y vuelve a inscribir su nombre en la historia grande del fútbol profesional colombiano. La Liga 2025-II quedará en la memoria de su hinchada como el torneo en el que el equipo entendió cuándo acelerar, cuándo esperar y cómo golpear en el momento justo.
Más que un campeonato, este título representa la consolidación de un proyecto que encontró equilibrio, carácter y ambición, y que cerró el semestre con una consagración que difícilmente será olvidada por la afición ‘rojiblanca’.
Realice su donación en Noticias La Voz Realities
Con tu aporte, apoyas el periodismo independiente y alternativo dando clic en el botón de BOLD:
