El Ministerio de Educación rinde homenaje al talento pedagógico que impulsa la transformación del país
La décima edición de la Noche de la Excelencia 2025 se convirtió en uno de los encuentros más emotivos y simbólicos del sector educativo colombiano. En el Centro de Convenciones Ágora Bogotá, docentes, rectores, estudiantes, familias y líderes territoriales se reunieron para celebrar lo que hoy se reconoce como la columna vertebral del cambio social: el trabajo silencioso, creativo y profundamente humano de quienes hacen posible la educación desde cada rincón del país.
El evento, liderado por el Ministerio de Educación Nacional, no solo entregó premios: reafirmó la visión del Gobierno de que la transformación social inicia en las aulas, allí donde se siembra dignidad, se fortalece la paz y se construyen oportunidades reales para nuevas generaciones.
Un homenaje a quienes sostienen la escuela desde el territorio
La ceremonia reconoció experiencias que nacen en comunidades diversas: desde zonas rurales apartadas hasta instituciones urbanas que han logrado innovar frente a múltiples desafíos. Los galardonados representan el espíritu de la educación pública que el Gobierno del Cambio pretende consolidar: una educación que reconoce saberes, protege derechos, incorpora lenguas nativas y promueve la cultura de paz.
Este enfoque territorial fue el hilo conductor del evento, mostrando que la excelencia educativa no es una meta abstracta, sino una realidad construida de manera colectiva por maestras, maestros y comunidades.

Educación inicial y pensamiento pedagógico: donde comienza el cambio
El primer reconocimiento destacó a docentes que fortalecen redes pedagógicas y colectivos de maestros. Sus aportes están transformando la educación inicial, ampliando el acompañamiento a niñas y niños y creando entornos más seguros y participativos.
Nombres como Sandra Milena Espinoza (Antioquia), David Pérez Palacio (Bolívar) y Ludis Díaz Mármol (Magdalena) evidencian que la innovación también sucede desde lo local y que la primera infancia continúa siendo una prioridad central del Ministerio.
Derechos, culturas y diversidad: un enfoque educativo que se amplía
La ceremonia también premió experiencias de Poder Pedagógico Popular, donde docentes han desarrollado procesos para garantizar derechos sexuales y reproductivos, un tema históricicamente relegado en la política educativa.
Asimismo, se celebraron proyectos que fortalecen el aprendizaje en lenguas nativas en territorios como San Basilio de Palenque, Vaupés y Putumayo, ratificando que la educación intercultural es una dimensión esencial de la equidad.
Instituciones que avanzan hacia una formación integral
Otra de las grandes apuestas del Ministerio ha sido la consolidación de modelos de formación integral, que combinan bienestar, arte, deporte, ciencia y participación.
En esta edición, más de 17 instituciones fueron destacadas por lograr que la mayoría de su estudiantado participe en estos procesos, demostrando que la calidad educativa está ligada al desarrollo emocional, social y ciudadano de los jóvenes.
Liderazgo territorial: una red de actores que hace posible la política pública
Las Secretarías de Educación, alcaldías, universidades y organizaciones comunitarias también fueron reconocidas. El Ministerio subrayó que la educación se sostiene en una alianza permanente entre Estado y territorio.
Los galardonados —desde Yumbo hasta Vaupés, pasando por Caldas, Córdoba y Cauca— representan el engranaje institucional que permite que la política educativa llegue a cada comunidad.
La Noche de la Excelencia también destacó a los mejores resultados en Saber Pro y Saber TYT, así como instituciones que lograron acreditación de alta calidad por primera vez o que ampliaron su oferta académica hacia zonas históricamente excluidas.
Este componente del evento evidencia que la educación superior está experimentando un proceso de expansión, diversificación y democratización, en línea con la apuesta del Gobierno por considerar la educación superior como un derecho.
Educación para la paz: cuando la escuela es un territorio de convivencia
Los reconocimientos a líderes de convivencia y cultura de paz resaltaron el rol de docentes que han hecho de la escuela un lugar donde se gestionan conflictos y se construyen relaciones basadas en el respeto y la solidaridad, pilares fundamentales para superar la violencia estructural del país.
Más allá de la emotividad del evento, la Noche de la Excelencia 2025 evidencia tres conclusiones clave:
| La educación como política de Estado y no como programa pasajero: Los reconocimientos demuestran continuidad, enfoque territorial y capacidad para articular actores diversos. |
| El docente como centro de la transformación: El Gobierno reafirma que la calidad educativa no nace de las reformas administrativas, sino del trabajo pedagógico, cultural y comunitario de quienes sostienen la escuela día a día. |
| Una visión de equidad que abarca desde educación inicial hasta educación superior: La premiación confirma que el Ministerio está avanzando hacia un sistema más inclusivo, con enfoque en diversidad, género, interculturalidad y acceso efectivo. |
La Noche de la Excelencia 2025 no solo reconoció el mérito de miles de educadores: se consolidó como un acto de reafirmación política. El Ministerio de Educación mostró que su apuesta por la transformación educativa está al servicio de las comunidades, de la justicia social y del desarrollo de un país que entiende que la paz se construye desde los salones de clase. Es, en esencia, un homenaje al poder pedagógico que sostiene a Colombia.
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