Luego de que el ministro Daniel Rojas desmintiera una presunta crítica del diario, la directora eliminó el mensaje sin ofrecer explicaciones, lo que ha generado dudas sobre la transparencia informativa en Medellín
Ayer, el ministro de Educación, Daniel Rojas, desmintió públicamente una versión atribuida al diario El Colombiano que cuestionaba el compromiso del Gobierno Nacional con las Instituciones de Educación Superior en Medellín. Lo hizo mediante un tuit en el que reprochó que, “si fuera periodismo”, se habría verificado la fuente primaria para evitar “la vergüenza de ser desmentido”. Directora de El Colombiano borró twits sin dar ninguna explicación.
Sorprendentemente, poco después, Luz María Sierra, directora del diario, eliminó el twit original en que se refería al tema, sin emitir aclaración alguna. El texto borrado expresaba críticas sobre el cumplimiento del Ministerio en temas de financiación, apoyo o seguimiento a las universidades de la ciudad.
La eliminación del mensaje generó inquietud en la comunidad educativa y en diferentes sectores de la opinión pública. Si bien la directora no se retractó públicamente ni explicó el motivo del borrado, el hecho abrió interrogantes sobre posibles intentos de desinformación o presión política. Ante ello, el presidente, Gustavo Petro Urrego respondió:
¿Qué significa este borrado silencioso?
- Pérdida de confianza: Un medio de la trayectoria de El Colombiano refuerza su credibilidad cuando asume correcciones o matices. Borrar mensaje sin explicarse genera la sensación de opacidad o autocensura.
- Responsabilidad periodística: El ministro señaló que antes de publicar, se debe contrastar la información con la fuente primaria. En este caso, la versión del diario no fue confirmada, y el diario optó por ocultar su mensaje en lugar de aclararlo.
- Efecto en la educación superior: En contextos donde las universidades requieren claridad sobre recursos, normas y apoyos del Estado, la circulación de versiones no verificadas puede causar alarma innecesaria entre estudiantes, profesores y comunidad académica.
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Lecciones sobre transparencia, responsabilidad y confianza
Este episodio representa un claro caso de tensión entre libertad de prensa y deber de verificación. Se repite una dinámica que ya hemos visto en otros medios: criticar sin confirmar, recibir réplica oficial y luego borrar sin explicar.
- Las redes sociales amplifican cualquier mensaje, con o sin fundamento. El minuto a minuto informativo exige mayor rigor.
- Cuando un medio elimina una publicación sin ofrecer contexto, termina generando más dudas que aclaraciones.
- En un momento en que las instituciones de Educación Superior están pendientes de temas como financiación, calidad, gobernanza, este tipo de rumores pueden erosionar confianza institucional.
Recomendaciones para medios y lectores
- Los medios deben adoptar políticas claras de corrección y retractación. Si eliminaron una publicación, deben dejar constancia de ello.
- Los lectores y actores educativos tenemos derecho a exigir explicaciones públicas: ¿por qué se publicó y por qué se borró un mensaje sin rectificación?
- El Ministerio de Educación Nacional tiene varios canales oficiales de comunicación con prensa para suministrar versiones confiables sobre temas sensibles, sin embargo, desde Noticias La Voz Realities, le hemos sugerido que los funcionarios atiendan a los medios que deseamos implementar pedagogía con la finalidad de generar más confiabilidad en la información suministrada.
Este episodio no es un error menor: es una alerta sobre la fragilidad de la información hoy y la responsabilidad de quienes informan. ¿Exigimos juntos un “principio de la transparencia” en vez de borrar silencios?
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