La intervención de Nancy Peña en el Primer Encuentro Nacional e Internacional de Mesas de Víctimas evidencia que la reparación no puede quedarse en promesas: debe trascender fronteras, romper barreras burocráticas y reconocer a la diáspora como parte fundamental de la construcción de paz
En el marco del Primer Encuentro Nacional e Internacional de Mesas de Víctimas, realizado en Barranquilla, Noticias La Voz Realities conversó con Nancy Peña, representante de la Asociación de Víctimas del Conflicto Armado en Canadá. Su testimonio puso de relieve un asunto clave: la reparación y la justicia no deben limitarse a las fronteras de Colombia, sino incluir a quienes se vieron obligados a migrar.
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Entre el desarraigo y la resiliencia
Periodista de profesión, Nancy relató cómo la violencia la obligó a salir del país con sus cuatro hijos y dos sobrinos, cargando apenas seis maletas. La llegada a Canadá significó enfrentar barreras de idioma, choques culturales y el reto de rehacer su vida en un entorno distinto. Pese a las dificultades, ella y su familia encontraron en la educación y la formación nuevas oportunidades para integrarse.
Peña insistió en que las víctimas que viven fuera de Colombia enfrentan un doble reto: sobrevivir al desarraigo y al mismo tiempo reclamar derechos en un contexto de distancia y olvido. La falta de acompañamiento institucional, las trabas burocráticas y la ausencia de políticas claras agravan esta situación.
La Asociación de Víctimas en Canadá, de la cual hace parte, ha impulsado avances como la inclusión de la salud mental en la atención a víctimas, pero aún quedan grandes pendientes frente al acceso real a compensaciones.
Críticas y propuestas para la reparación
La lideresa cuestionó la falta de recursos para garantizar la reparación integral, señalando que no es un problema exclusivo del actual gobierno, aunque reconoció la intención del presidente Gustavo Petro de priorizar a los más vulnerables. Entre sus propuestas destacan:
Fortalecer la comunicación entre la diáspora y la Unidad para las Víctimas (UARIP). |
Garantizar procesos de compensación oportunos y sin instrumentalización política. |
Consolidar la unidad de víctimas dentro y fuera del país para exigir soluciones efectivas. |
Un llamado a la unidad y la dignidad
En su mensaje final, Nancy Peña apeló a la resiliencia y la unidad de las víctimas: “superar las adversidades solo es posible si nos mantenemos juntos y visibles en todos los espacios”. Su voz, desde Canadá hasta Barranquilla, recuerda que el camino hacia la paz debe incluir a quienes, desde el exterior, también cargan con las heridas del conflicto.
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