La iniciativa está permitiendo fortalecer la formación de estudiantes en gastronomía y turismo sostenible con apoyo del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo
La Institución Educativa Miguel Ángel Blanco, ubicada en el municipio de Soledad (Atlántico), continúa consolidándose como referente en innovación educativa con el proyecto “Turismo Gastronómico”, una apuesta que integra a los estudiantes de secundaria y media en el reconocimiento de la cocina local como patrimonio cultural y atractivo turístico.
Esta estrategia se desarrolla bajo el programa Colegios Amigos del Turismo (CAT) del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, que busca acercar a la juventud al sector turístico desde una visión formativa, sostenible y culturalmente pertinente.
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Gastronomía con identidad y raíces
El proyecto no se limita a enseñar recetas o técnicas culinarias: su propósito es que los jóvenes comprendan la gastronomía como un puente entre tradición, identidad y desarrollo económico. De esta forma, la cocina local se convierte en un aula viva donde se recuperan saberes ancestrales, se revalorizan los productos del territorio y se fomentan dinámicas de emprendimiento ligadas al turismo sostenible.
La iniciativa también busca despertar en los estudiantes una mirada crítica sobre el papel del turismo en la región, resaltando que la gastronomía puede ser un factor de diferenciación y competitividad para Soledad y el Atlántico.
Formación para el futuro y proyección regional
El Turismo Gastronómico en el Miguel Ángel Blanco no solo fortalece la educación de los estudiantes, sino que también genera impacto comunitario: conecta a las familias, visibiliza el talento local y proyecta al colegio como un actor estratégico en la consolidación del turismo cultural del Caribe colombiano.
En un contexto donde los jóvenes enfrentan múltiples desafíos sociales, esta propuesta abre oportunidades de liderazgo, emprendimiento y orgullo por lo propio.
Más allá de la conmemoración
La celebración del Día Internacional del Turismo se convierte, entonces, en un espacio para reflexionar sobre cómo la educación puede transformar territorios desde la cultura y la economía local. La experiencia del Miguel Ángel Blanco reafirma que invertir en turismo escolar no solo fomenta la creatividad y la identidad, sino que también puede sentar las bases para un modelo de desarrollo más justo, sostenible y participativo.
Desde Soledad, Atlántico, el turismo gastronómico en la Institución Educativa Miguel Ángel Blanco se proyecta como un ejemplo de cómo la educación y la cultura pueden convertirse en motores de transformación social y económica.