Un cierre de temporada que unió a líderes sociales, juventudes y organizaciones étnicas y campesinas en torno al deporte y la paz
Barranquilla vivió el pasado 8 de noviembre una jornada deportiva que trascendió las canchas. En el marco del cierre anual de actividades de la Secretaría Distrital de Deporte de Barranquilla, con el apoyo del Departamento de Prosperidad Social (DPS), la comunidad del sector Riomar celebró una jornada donde el deporte se convirtió en símbolo de unidad, inclusión y reconstrucción social.
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Uniformes, guayos y esperanza: más que un cierre deportivo
Durante la actividad, la Alcaldía de Barranquilla realizó la entrega oficial de uniformes verdes, mientras el Departamento de Prosperidad Social a través de la gestión de su gerente regional, Melissa Obregón Lelolo, apoyó con la dotación de guayos y zapatos deportivos para los jóvenes participantes de los clubes comunitarios. El evento marcó el cierre de la temporada 2025, pero también reflejó un mensaje más profundo: el deporte como vehículo para construir tejido social y abrir espacios seguros para las nuevas generaciones.

La iniciativa contó con la participación de figuras claves de la comunidad barranquillera como Martha González, reconocida líder social; Sandra Urango, consejera étnica del pueblo Zenú en Riomar; Camilo Gómez, consejero campesino de la misma localidad; Gloria Rodríguez, representante de la juventud distrital; y Martha Hoyos, representante legal de la organización Fundación Social Constructora de Paz y del Club Deportivo Los Cangrejos.
El deporte como territorio de paz y participación
Más allá de la entrega de implementos, el encuentro evidenció un trabajo sostenido por parte de las organizaciones comunitarias para que el deporte popular sea reconocido como una herramienta de transformación social.
Los líderes coincidieron en que la inversión en espacios deportivos y en la dotación de los jóvenes debe ser vista como una apuesta por la convivencia, la prevención de violencias y la equidad territorial.
“El uniforme no solo representa un equipo; representa identidad, esfuerzo y comunidad”, expresó Martha Hoyos, destacando el rol del deporte en los procesos de integración local y formación ciudadana.
Una Barranquilla que se mueve con propósito
El cierre deportivo del año no fue solo una despedida, sino el inicio de nuevos compromisos entre la institucionalidad y las bases sociales. En barrios como Riomar, donde conviven pueblos étnicos, campesinos y juventudes diversas, el balón se convierte en una herramienta de diálogo.
Con actividades como esta, Barranquilla reafirma su propósito de construir una ciudad que entienda el deporte no solo como competencia, sino como motor de bienestar y desarrollo humano.
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